Entre todos podemos incentivar a las jóvenes líderes del mañana. Las niñas miran hacia las damas de su alrededor para verificar cómo comportarse y actuar correctamente.
Al hablar con seguridad, arriesgarnos y ser instigadoras de nuestros propios éxitos, brindamos unos precedentes positivos que estas jóvenes pueden seguir.
Día a día, se presentan diversas apuestas a fin de ayudarles a obtener la fortaleza y aptitudes que requieren para buscar el apoyo y orientarse solas. En esta nota te comentamos algunas de estas 5 formas en las que podés ser un modelo de mujer para las niñas de tu familia:
- Enseñar a las niñas a manejar resolver conflictos de forma efectiva
Con frecuencia se instruye a las chicas para que no manifiesten sus emociones con el fin de tener una buena relación con los demás. De este modo, no aprenden cómo expresarse abiertamente y solucionar problemas. Desafortunadamente, al crecer, es común que las mujeres eviten decir lo que realmente piensan para evitar desagradar.
Para algunas mujeres, por temor a ofender u agradar en exceso, evitar dar u recibir retroalimentación sincera puede interponerse en su progreso profesional. Es importante reconocer que recibir crítica constructiva y tener confianza para expresar nuestro punto de vista puede informar y elevar nuestras habilidades y carrera.
Sé un modelo de honestidad y franqueza en la comunicación con tus hijas o sobrinas. Si te encuentras en una situación desafiante, habla personalmente con los involucrados en vez de compartir con otros y asegúrate de expresar tu verdadera opinión.
Anime a las mujeres jóvenes a expresarse libremente y a evitar recurrir a vías sociales más fáciles como mensajes de texto o redes sociales. Participen juntas en diálogos difíciles y solicítela reflexionar sobre malentendidos.
- Eduque a las niñas para expresarse con seguridad y convicción.
Las pequeñas pueden devaluar las expresiones que hacen al hablar. Hay muchas niñas que optan por utilizar términos como «más o menos» o «quizás» para suavizar o reducir el alcance de sus afirmaciones. La presencia de ciertos términos repetitivos puede impedir que las niñas comuniquen sus pensamientos de forma clara y segura, lo que a menudo se convierte en un hábito durante la edad adulta.
Comuníquese de manera segura para que las jóvenes presten atención al tono. Evite ocultar su punto de vista con justificaciones o excusas. Si nota que una niña cae en la misma dinámica, explíquele que esto debilita lo que trata de transmitir. Recuérdele que no solo importa lo que se dice, sino cómo se dice.
3. Motiva a las niñas a ser dueñas de su triunfo.
Las niñas son más propensas a tomar la iniciativa cuando confían en sus habilidades, pero a menudo son subestimadas por otros e incluso por sí mismas, lo que afecta su confianza. Aunque es fundamental para desarrollar la internalización del éxito, tienen la tendencia a minimizar sus logros o no aceptar halagos cuando se les felicita por ellos.
La dinámica que ocurre durante la infancia sigue presente en la edad adulta. Es común que a las mujeres se les otorgue menos reconocimiento por los logros obtenidos, mientras que se les culpa en mayor medida por las situaciones de fracaso.
Al mismo tiempo, tendemos a menospreciar nuestras habilidades y dar crédito a factores ajenos a nosotros mismos, tales como la suerte o la cooperación de terceros, cuando logramos el éxito. Debido a la limitada retroalimentación que recibimos y a que no nos valoramos en igual medida, nos cuesta sentirnos confiadas para afrontar nuevos desafíos.
Muestra a las niñas que son importantes al quedarte con los cumplidos y no rechazarlos. De esta manera, será algo normal que ellas también se sientan cómodas admitiendo sus propios logros. Además, es importante encontrar momentos para festejar los éxitos y reconocer los talentos de las niñas, y evitar la tentación de evitar los elogios. Se un ejemplo positivo para las niñas en tu vida y ayúdalas a sentirse seguras de que tienen el valor para destacarse.
5. Celebrar el liderazgo femenino públicamente
Las niñas y los niños son eduacados de manera diferente en cuanto al liderazgo. Normalmente, solo se espera que los chicos sean líderes y frecuentemente se les da reconocimiento por liderar.
Además, deseamos que las niñas sean empáticas y sociales, sin embargo, cuando expresan sus ideas o se lanzan líderes, comúnmente reciben críticas desfavorables. Es por esto que las niñas temen desagradar a los demás o ser objeto de burlas si adoptan un rol de líderazgo.
Es común que en la secundaria las chicas muestren menos predisposición para desempeñarse como líderes en comparación a los varones, tendencia que persiste cuando alcanzan la edad adulta.
Se valiente y comparte tus vivencias para inspirar a otras mujeres en tu entorno. También puede reconocer públicamente a las mentoras femeninas que han influido positivamente en ti y destacar los logros de otras líderes presentes en los medios o a tu alrededor.
¿Se te ocurre otra manera de inspirar liderazgo y empoderamiento entre las niñas de tu familia o entorno cercano?