Acoso laboral: cómo identificarlo

Acoso laboral: cómo identificarlo

Además de la discriminación salarial, el hostigamiento es una forma común de violencia laboral en las empresas.

En los Estados Unidos, se pagaron alrededor de 48.4 millones de dólares en 2010 para compensar a los empleados por este problema, según información de la Comisión de Igualdad de Oportunidad de Empleo (US Equal Employment Opportunity Commission).

Es importante distinguir entre hostigamiento y acoso sexual. La distinción radica en si existe una relación de poder (hostigamiento) o no (acoso). A pesar de esto, las acciones asociadas a ambos pueden ser similares. Por ejemplo, los acosadores a menudo se caracterizan por un coqueteo inapropiado, acercándose a la víctima sin razón aparente. Si la víctima rechaza sus avances, pueden reaccionar con halagos o represalias.

La imagen típica del acosador es un hombre casado, mayor de 40 años, con problemas en su vida familiar y sexual, que busca control y autoafirmación. A pesar de esto, hay excepciones. Mujeres también pueden acosar sexualmente, al igual que personas jóvenes sin necesariamente tener mayor autoridad sobre la víctima.

En el ámbito laboral, es crucial no cruzar la frontera entre ser amigable con los colegas y caer en el acoso. Si alguien persiste en invitar a cenar o viajar a pesar del rechazo de otra persona, es imprescindible detener esa conducta y denunciarla de inmediato.

Diferentes niveles de acoso sexual en el lugar de trabajo incluyen:

  • Comentarios o bromas leves de naturaleza sexual, como chistes y piropos.
  •  Comportamientos no verbales, como gestos obscenos o miradas lascivas. 
  • Acoso verbal serio a través de llamadas indeseadas o presiones para citas. 
  • Combinación de hostigamiento verbal con contacto físico no deseado. 
  • Finalmente, el acoso físico que implica el acto sexual bajo coerción.

Las personas que sufren acoso sexual suelen ser alejadas de oportunidades de desarrollo o interacción si no aceptan las condiciones del hostigador, que puede manifestarse a través de sentimientos como ansiedad e irritabilidad.

A pesar de que reportar es la mejor manera de detener esta situación, muchas personas afectadas prefieren mantenerse en silencio debido a la naturaleza discreta de este crimen..

El acoso más frecuente es el tipo vertical, donde se intercambia algo por algo más. La decisión de aceptar o rechazar estos avances sexuales afecta directamente la posición laboral, como el salario, ascensos, nuevas ubicaciones y formación, e incluso puede resultar en la injusta terminación del trabajo para la persona afectada.

Una aplicación de citas que se originó cuando una víctima de acoso sexual decidió renunciar

Whitney Wolfe es una mujer trabajadora y exitosa que ha experimentado acoso sexual en su lugar de trabajo anterior, la empresa Tinder. Además de ser madre y haber alcanzado el estatus de millonaria, ha superado estos desafíos para seguir adelante con determinación.

Hace nueve años, colaboró con su exnovio Justin Meeten en la creación de la app, sugiriendo que se llamara Tinder por su similitud con un material inflamable. Pero dos años después, dejó el proyecto debido al acoso de su expareja.

Después de romper con Meeten, él la intimidó y le causó problemas en su trabajo. Fue en 2014 cuando decidió demandarlo y las amenazas más serias de violencia surgieron entonces.

Después de experimentar numerosos episodios de ansiedad, optó por emprender un negocio propio. Actualmente, Bumble tiene un valor de 11,000 millones de dólares y la fortuna personal de Wolfe alcanza los 1,600 millones de dólares, situándola en el exclusivo 5% de las mujeres más ricas entre las 500 mayores fortunas a nivel mundial.

Aunque este caso es inspirador, el acoso no siempre tiene un final como este. Muchas veces las mujeres acosadas no solo se ven obligadas a renunciar, sino también deben atravesar un largo camino para conseguir justicia. 

¿Cómo podemos crear un ambiente laboral donde la denuncia sea fácil y se elimine el acoso sexual?

El enfoque en la lucha por la igualdad de género en las empresas es reciente, y muchas organizaciones todavía carecen de medidas disciplinarias sólidas. Por esta razón, las mujeres recurren a diferentes medios, como las redes sociales con el movimiento #MeToo, para al menos lograr un castigo social.

Es normal que las empresas tengan miedo de ser expuestas por no abordar el acoso, pero algunas están tomando medidas al incluir equipos de género en sus estructuras.

Por eso, se insta a las empresas a enviar un claro mensaje en contra del acoso a sus empleados y a poner en marcha medidas prácticas de apoyo, como normas de confidencialidad. Luego, se destaca la importancia de tratar las secuelas para evitar que el equipo sienta que la organización no se preocupa por lo que han vivido.

El acoso laboral es una problemática que afecta a numerosos trabajadores y que puede tener graves consecuencias tanto para la salud mental y física de la persona afectada como para el ambiente laboral en general. Identificar el acoso laboral es el primer paso crucial para combatirlo. Esto implica reconocer comportamientos abusivos, como humillaciones, aislamiento, sobrecarga de trabajo injustificada, y amenazas, entre otros.